Mis escritos y mis notas
como sombras me persiguen.
Ellos saben de antemano mi destino.
Actuaron y crearon
con el tiempo mi camino.
Increibles «coincidencias».
Huellas de senderos preanunciados.
Paso a paso, relatando,
desafiando al tiempo y al espacio.
Mis escritos y mis notas
son testigos obsesivos,
casi crueles arquitectos,
de mágicos designios.
Lo descubro:
es real y predecible,
el sinuoso devenir de nuestras vidas.
Lo revelo, como el aire que refresca:
es claro y oportuno:
Que podemos construir
o destruir nuestro futuro.
Que la vida no es azar
sino conjuro.
Que la vida yo la sueño
y soñándola….
hoy y siempre…
…la descubro.